(Música y letra: Santi Mayoral)
Puedo ser incapaz de callar mi silencio;
puedo estar sin querer con el grito en el cielo.
Puedo hacer sin pensar que se parta tu alma;
puedo ver el dolor asomado a tu cara.
Puedo hacer que millones de años se reduzcan a nada;
puedo ver esa luz morir en tu mirada.
Puedo ser uno más, todos ellos y nadie
y puedo construir la tristeza del aire.
Pero no puedo hacer que se vaya de mí
el asesino de sueños que ahoga la vida
y no puedo brindarte un minuto de paz
y si vuelve otra vez, te daré por perdida.
Puedo estar sin vivir más o menos un día,
hasta que el corazón ya no late y se oxida.
Puedo oír la canción que refleja el momento
y no puedo escuchar entre tanto lamento.
Y no puedo razonar y cuando me despierto,
de pronto descubro que no existe nada,
tan sólo el absurdo y amargo sabor a salitre
y saber que en esta madrugada
desbordaron las aguas.
Pude ser y no fui, pude estar y no estuve,
pude saber callar, quise hablar y no pude.
Y no sé si podré salvar el desafío,
sólo puedo saber dónde hallar el motivo.
Y no puedo creer que camine hacia atrás
recorriendo la senda que busca el olvido
y si puedo salir, si no quiero caer,
habré vuelto a vivir, habrá sido vencido
el ladrón del destino.
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